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PINOCHET, AUGUSTO - MUERTES APÓCRIFAS DE AUGUSTO PINOCHET -

Aviso para biógrafos: las muertes apócrifas de Augusto Pinochet Ugarte*

Luis Correa-Díaz
No existe, hasta la fecha, una biografía cabalmente crítica de Pinochet. Por eso, el día en que se quiera escribir ese libro, habrá que tener en cuenta una página magistral de Pedro Gómez Valderrama (1923-1992), uno de los escritores colombianos más importantes de este siglo


La
biografía de Augusto Pinochet Ugarte -ex Comandante en Jefe y Capitán General (R) del Ejército (1973-1998), ex Dictador/Presidente (1973[4]-1990) y, en la actualidad, Comandante Emérito y Senador Vitalicio (1998- ) de la República de Chile- no está escrita del todo aún, pese a que existen ya algunos textos: sus "Memorias de un soldado"/ "Biografía de un soldado", subtítulos genéricos de los dos tomos de Camino Recorrido (1990), libro escrito por Pinochet como apología de sí mismo; también un conocido volumen titulado El Día Decisivo. 11 de Septiembre de 1973 (1982) que contiene varias entrevistas al General Pinochet, bajo cuyo nombre viene firmado el libro -"fruto de la experiencia personal de Su Excelencia el Presidente de la República y Comandante en Jefe del Ejército [...], relatada en forma espontánea y a base de documentos y notas que también se reproducen", señalan los editores, la Biblioteca del Oficial del Estado Mayor del Ejército-, en el que se ofrecen algunos pasajes autobiográficos, si bien siempre relacionados a los sucesos de aquel septiembre aciago y en vistas a abundar en torno a las pretendidas dotes de estratega (genio militar) y estadista del personaje.

Luego está el capítulo biográfico de Pinochet incluido en Biografía de S.E. el Presidente de la República de Chile y miembros de la Honorable Junta de Gobierno (1984) de Manuel Araya Villegas, el que fácilmente se puede imaginar del todo parcial y laudatorio. Por su parte, el español y franquista Alvaro Pineda de Castro escribió Pinochet, verdad y ficción (1981), que, como dice su editor Alberto Vassallo de Mumbert, "no es solamente una biografía, que también lo es, sino la radiografía completa de una época en la que como un gran gigante se levanta la sombra magnífica del General para con su gesto, su figura y sus dotes de estadista, ser ejemplo magnífico de cómo deben representarse el amor a la Patria, la Independencia y la Dignidad nacional y sin duda alguna la preocupación afectiva hacia el Pueblo sobre el cual se deben impartir las justas normas de gobierno que procuren la felicidad de los demás." [¡Aleluya!]

También su hija mayor, Lucía Pinochet Hiriart, publicó no hace mucho, con gran lujo y con muy escaso valor histórico, una "Biografía Ilustrada de mi Padre", libro de mesa [coffee-table book] en edición bilingüe castellano-inglés, llamado Pionero del Mañana/Tomorrow's Pioneer (1996). Por último, y sin entrar a considerar las entradas de ciertas enciclopedias -Británica, Encarta, etc.- y algunos diccionarios histórico-políticos -por ejemplo el Historical Dictionary of Chile (1987) de Salvatore Bizzarro, o el Biographical Dictionary of Latin American and Caribbean Political Leaders (1997), editado por Robert J. Alexander-, están hoy ciertas páginas del Internet, por ejemplo la Reseña biográfica del Comandante en Jefe del Ejercito de Chile Capitán General Augusto Pinochet Ugarte, ejército.cl/pinochet.htm.

Quizás el mayor esfuerzo biográfico de índole crítica -a parte de ciertos fragmentos de índole más bien periodísticos o de opinión- está representado por el libro Auge y ocaso de Augusto Pinochet, psicohistoria de un liderazgo (1988) de María Dolores Souza y Germán Silva, aunque el objetivo es hacer, en aquel entonces, un "diagnóstico [de la personalidad] de Augusto Pinochet" en relación a un tema más global del cual el personaje en cuestión resulta ser uno de los mejores ejemplos, el poder total, específicamente "las patologías del poder" absoluto, desde una perspectiva que combina las ciencias médicas (de la mente) y las sociales, y cuyo género es definido por sus autores como "psicobiografía y análisis de contenido."

Pero no existe, hasta la fecha, una biografía cabalmente crítica de Pinochet. Por eso, el día en que se quiera escribir ese libro, habrá que tener en cuenta una página magistral de Pedro Gómez Valderrama (1923-1992), uno de los escritores colombianos más importantes de este siglo, cuya obra es (re)conocida en España también. Una página -una miniatura narrativa de notable factura po/ética- que tiene que ver proféticamente con el último capítulo de la vida de aquel personaje de la historia política más reciente de Chile y de América Latina. En ella se cuentan crítica y lúdicamente las "muertes" del ex dictador. El texto en cuestión corresponde a una de las entradas de una de las últimas colecciones de cuentos-ensayos del escritor, Las muertes apócrifas (1976).

En este relato múltiple, cuyo género dio en llamar "ultraficción", su autor narra la(s) muerte(s) hipotética(s) de diversos personajes históricos, 13 personajes en total, entre los cuales se encuentra, además de Cristóbal Colón, Vasco Núñez de Balboa, Simón Bolívar y Henry Kissinger, en relación directa a la historia de (las) América(s), Augusto Pinochet. Tal conjunto de narraciones brevísimas puede ser visto como el ejercicio de una tanatología histórica, literaria y política: juegos necrológicos y necroscópicos que, a veces, parecen mimar la forma de epitafios provocadores, de autopsias al cadáver cultural de esos seres alguna vez vivos, y, ciertamente, la de un obituario apócrifo.

En la entrada sobre Pinochet, el autor crea cuatro hipótesis para contar las muertes del General -quien, hasta la fecha (1999) y especialmente cuando el texto de Gómez Valderrama fue escrito (hace ya dos décadas) goza/ba de (relativa) buena salud, lo cual convierte a esta miniatura narrativa en una especie de profecía, asunto que queda confirmado en la última de las hipótesis, donde a través de una suerte de depuración verbal y gnoseológica del acto profético o augural se alcanza, ni más ni menos, la perfección predictiva, esa su muerte que allí se le/nos anticipa es/será aquella "a la cual [simplemente] estaba predestinado"-, mediante las cuales se pasa revista, mientras se le hace un juicio literario en cada uno de los casos:

a) la conjetura épica: al momento histórico (el Golpe Militar del 11 de septiembre de 1973) en que emerge su figura dictatorial, engañosamente heroica;

b) la conjetura elegíaca: a la consecuencia alegórico-política de cierto más importante: la defunción/refundación de la democracia en Chile, un exemplum del paradigma latinoamericano de aquellos y otros años in imagine parva;

c) la conjetura policíaca: al establecimiento de un gobierno autoritario cuyo delirios inquisitoriales han terminado por volverse en su contra; y, como se dijo recién,

d) la conjetura (propiamente) trágica: el destino final/fatal de Pinochet y el futuro de la patria (grande) con/sin la presencia de esta "mano dura." [Absit digo yo y cruzo los dedos para que no vuelva nunca más ninguno como él y los suyos.]

Sin embargo, además de ser este cuento un ensayo histórico sobre la Unidad Popular (de aquel sueño, del "socialismo a la chilena"), sobre la dictadura militar posterior y sobre la reconquista de la libertad de un pueblo como muchos, también el texto de Gómez Valderrama es una especie de esquemática y cifrada biografía crítica de Pinochet, la única que como tal existe por ahora -pero, por cierto y por ausencia, hay entrelíneas y silente un sentido epitafio para Salvador Allende Gossens, sobre cuya muerte se alzó victorioso ese "soldado neto" que hoy vive su último capítulo -y en Londres una de sus últimas batallas contra el mundo y contra su propia imagen-, para el que el final no será otro que aquel que ya ha escrito este escritor colombiano, apenas tres años después del magnicidio, ejerciendo un tipo de justicia política desde el espacio conjetural de la literatura.

Un noble y arriesgado intento de justicia desde la literatura (histórica y fantástica) que no pretende de ningún modo asesinar a nadie, ni siquiera figurativamente. Porque, como lo advierte Jacques Derrida en la dedicatoria de su Specter of Marx (1994), tanto la muerte como la vida de un hombre son algo demasiado único que no puede ser arrebatado a quien pertenecen, ni siquiera por la vía del símbolo, por muy artístico que sea. Lejos estuvo, por eso mismo, Gómez Valderrama, buen abogado como era, además de escritor, de cometer un asesinato simbólico o de pensar en la muerte como un castigo, su hacer justicia (literaria) es de otra índole que la de darle a nuestra imaginación una licencia absurda para ejecutar a alguien, ni siquiera a su espectro. Esas muertes apócrifas son instrumentos literarios para corregir (y, tal vez, desmentir) la historia utópicamente. No están allí para que el lector sepa lo que pasó, sino para que imagine qué pudiera haber pasado si …, y así sabrá de verdad aquello que (nos) pasó.

Pero el riesgo era también con el futuro y Pedro Gómez Valderrama demostró con unas pocas líneas, con esta miniatura narrativa suya, que su arte es de una erudición visionaria admirable. Hoy que Pinochet ha sido arrestado en Londres -con lo cual se abre un capítulo más para discutir, no sin cierta postmodernidad inquietante a veces, un tema mayor, como apunta Eduardo Galeano en su artículo "El ojo del cíclope" (1999), la globalización de la justicia y el rol que le cabe a América Latina en tal debate internacional- y que se ha generado al respecto, como es lógico, una avalancha de opiniones escritas a través de la prensa, entre las cuales hay que destacar las declaraciones de Carlos Fuentes, de Ariel Dorfman -al diario El País (noviembre de 1998)- y de Isabel Allende, el texto de Gómez Valderrama resulta haberse anticipado magistralmente a todo esto y, por lo mismo, será uno de los documentos indispensables a la hora de contar esta historia.

Isabel Allende comienza su 'veredicto' titulado significativamente "Pinochet Without Hatred" (New York Times Magazine, 1999), con la siguiente reflexión: "Many years ago, I was asked whether I planned some day to write a novel about Pinochet. No, I said, because as a character he was insignificant. I need to retract that statement: one can say anything about him except that he is insignificant. The general has held Chile in his grip for 25 years and is still the most influential figure in the country. A decade after he stepped down from the presidency, the old dictator still holds the democratic Government hostage."

Idiosincráticamente muy cierto hasta la fecha. Sin embargo, el punto es otro aquí. Aunque ella misma u otro escritor llegara un día a escribir esa "novela" -insisto que lo mejor sería una biografía crítica, que lo más bien podría estar novelada, por qué no, si todas son novelas al fin y al cabo, como las historias-, no se debe olvidar que el cuento
(ese primer apunte novelístico, según Gómez Valderrama) ya fue escrito, un cuento poli-genérico, cuya naturaleza apócrifa no le quita un pelo a su más que rigurosa historicidad, ni invalida su premonitorio juicio a Pinochet desde la literatura, muy por el contrario, les permite, tanto a la una como al otro darnos la oportunidad de ser más justos y honestos con nosotros y con los demás, aunque más no sea sino por el camino de la realidad virtual. [No olvide el lector, a propósito de esto, que la literatura ha sido desde siempre un espacio virtual, no se crea que hay algo nuevo bajo el sol-tecno(lógico) que hoy nos ilumina los días y las noches por igual.]

*Carta publicada en Cuadernos Hispanoamericanos 597 (marzo 2000): 117-121.

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