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                  Resumen 
                   
                  La
                  creencia de que la vida es un juego de suma cero no tiene nada
                  de típicamente canadiense. Pero resulta interesante su
                  impacto sobre las argumentaciones identitarias en un contexto
                  canadiense. La creencia en el juego de suma cero implica que
                  si alguien aumenta su capital económico o simbólico,
                  otra persona verá disminuir el suyo. Este mundo homeostático
                  necesita desarrollar discursos argumentativos que controlen los
                  deseos de desarrollo individuales y colectivos según un
                  orden que hace prevalecer lo burocrático comunitario sobre
                  la creatividad y la expansión. Creer que la vida es un
                  juego de suma no-cero, es pensar que es posible acrecentar las
                  riquezas y que por lo tanto éstas se extenderán
                  sobre la población, ya sea por el juego económico
                  liberal del trickle down, ya sea por la intervención
                  gubernamental en forma de leyes sociales.  
 
                  En un marco canadiense, esta creencia estereotipada en el juego
                  de suma cero influye a la vez la información que concierne
                  lo exterior, por ejemplo los potenciales competidores como México
                  en el marco del TLCAN, y también el funcionamiento interno,
                  por ejemplo el bilingüismo para los franco-hablantes.  
 
                  Estudiaremos por lo tanto informaciones que, en la prensa, presentan
                  los peligros que constituye la competencia económica mexicana
                  y las pérdidas potenciales para los canadienses, luego
                  los razonamientos que presentan los peligros del bilingüismo
                  para los franco-hablantes, donde se ve que la creencia en la
                  vida como juego de suma cero conduce por ejemplo a estar persuadido
                  de que la población franco-hablante será asimilada
                  necesariamente si es expuesta al inglés. Cuestionaremos
                  esta creencia en la vida como juego de suma cero, que es contraproducente
                  en una
                  sociedad
                  donde lo que importa es la capacidad, no solamente de capitalizar
                  a nivel económico, simbólico y del conocimiento,
                  sino sobre todo de manipular el conocimiento por una parte muy
                  importante de la población con el fin de ser competitivo
                  y creativo en un mundo globalizado. 
                   
                  1)
                  La concepción de la vida como juego de suma cero opuesta
                  a la concepción de la vida como juego de suma no-cero
 
                   
 
                  La concepción de la vida como juego de suma cero tiene
                  implicancias mayores en los ámbitos culturales, lingüísticos,
                  educativos, sociales y económicos. Los primeros elementos
                  de esta concepción se relacionan con la teoría
                  de los juegos de opuestos expuesta en 1928 por von Neumann, desarrollada
                  posteriormente por von Neumann y Morgenstern desde 1944(1). Un juego
                  es de suma cero cuando los intereses de los jugadores son diametralmente
                  opuestos, como en el caso del juego de ajedrez, por ejemplo.
                  Sin embargo, es necesario diferenciar los juegos de oposición
                  pura (que
                  corresponden a duelos y en los que al ganar uno, el otro pierde), de los juegos
                  de cooperación y de oposición. En este último
                  caso, los jugadores pueden ganar o perder algo, ambos al mismo
                  tiempo. También estos son juegos de suma cero en el sentido
                  de que estas situaciones no conducen a la creación de
                  riquezas, o de un excedente, como en el caso de los juegos de
                  suma no-cero. Nos consagraremos aquí al primer caso, en
                  el que hay oposición pura. El estereotipo del juego de
                  suma cero representa la base de las evidencias que gobiernan
                  los posicionamientos identitarios. Este estereotipo presupone
                  gran cantidad de discursos que asumen la organización
                  de las relaciones cotidianas. 
                   
                  2)
                  Lógica territorial y juego de suma cero 
                   
 
                  Esta concepción de la vida como juego de suma cero es
                  reforzada por una ideología que considera el territorio,
                  y particularmente el territorio nacional, como el punto de referencia
                  que valida la identidad. En efecto, el territorio
                  nacional es lo que impone referencias limitadas. Además,
                  en el ámbito de la propiedad, el territorio está
                  sujeto a una imposibilidad: la de ser dividido infinitamente.
                  Tanto el nacionalismo territorial como los bienes raíces
                  son del orden de la penuria(2).  
 
                  De esta forma, cuando se busca permitir que los individuos vivan
                  concretando sus aspiraciones de expansión (lo que ofrecen en el
                  siglo XIX las Américas y la 'frontier'(3) a los europeos
                  que no pueden convertirse en propietarios en sus países
                  de origen),
                  siempre se plantea una relación de sustracción
                  con respecto de los demás. Esta noción es resaltada
                  por Benjamin Rush al subrayar que a medida que la población
                  inglesa aumente, la población indígena va a disminuir.
                  En su razonamiento, relacionado con un sentimiento patriótico
                  y continentalista, la población indígena va a disminuir
                  porque las enfermedades van a reducir la cantidad. En este caso,
                  se puede esperar que los grupos autóctonos estén
                  demasiado limitados para poder formular demandas válidas
                  en lo que concierne a la propiedad de un territorio. 
                  Ciertamente,
                  se puede retener que él no afirma que la población
                  indígena va a desaparecer, sino disminuir y que de esta
                  forma el territorio quedará en manos de los ingleses.
                  Dentro de esta lógica, similar a la lógica expuesta
                  por Sarmiento en Argentina(4), tener más
                  significa claramente haberle sacado a los otros, puesto que el
                  territorio, incluso en los sueños de la 'frontier' del
                  Oeste abierto, no es extensible hasta el infinito. 
                   
                  Notas: 
                   
                  (1)
                  Von Neumann
                  and Morgenstern, 1944, Theory of games and economic behavior.
                  Princeton: Princeton University Press. (http://press.princeton.edu/titles/7802.html) 
                  (2)
                  Esto ha sido
                  demostrado por Guy Ben-Porat en The Same Old Middle East?
                  Explaining the rise and fall of the New Middle East, Department
                  of Public Policy and Administration, Ben-Gurion University, Beer-Sheva,
                  84105, Israel. gbp@bgumail.bgu.ac.il . El autor muestra que un
                  pensamiento del territorio sólo puede conducir a más
                  conflictos. Por el contrario, un pensamiento de intercambio económico
                  relacionado con la mundialización habría podido
                  transformar las relaciones si hubiese sido lo suficientemente
                  explicado y trabajado, mucho tiempo antes, para convencer a los
                  indecisos. Esto debería haberse hecho por medio de una
                  organización completa de los medios que actúan
                  sobre las transformaciones culturales y paradigmáticas,
                  como se ha visto en las Américas, por la producción
                  de textos de vulgarización y publicidades que estimulan
                  las transformaciones y la producción de significaciones
                  múltiples en relación con el reconocimiento de
                  la diferencia en el marco de la competencia y no en el del conflicto.
                  Ver P. Imbert, Trajectoires culturelles transaméricaines,
                  Ottawa, Presses de l'Université d'Ottawa, 2004. 
                  (3) El término
                  "frontier" en inglés no significa límite,
                  sino que hace referencia a un espacio que es atravesable en el
                  marco de un movimiento de expansión. 
                  (4) Domingo F.
                  Sarmiento,
                  Facundo, Barcelona, Planeta,
                  1986.
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