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Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



POUND, EZRA - LA TIERRA BALDÍA - IMAGINISMO - IMAGINISTAS - INVENCIÓN DE GENIOS - MODERNISTS -


Ezra Loomis Pound 1885-1972: un roto manojo de espejos (I)*

Aldo Mazzucchelli
Sólo una cosa puede haber sido más fuerte en Pound que su independencia de criterio: su legendario egocentrismo, que en el plano intelectual posibilitó sus más espectaculares logros de originalidad, y sus más infames caídas más allá de los suburbios de todo sentido común


'
A broken bundle of mirrors'
E. Pound, Near Périgord

'Fu miglior fabbro del parlar materno'
Dante, Purgatorio, Canto 26

En el año 1961, a los 76 años de edad, después de, entre otras cosas, haber estado un mes expuesto al clima en una jaula de acero pesado, haber descubierto y promovido a unas diez de las principales figuras de la literatura de este siglo, no haber poseído nada que no se pudiera guardar en dos valijas de viaje, haber convivido con dos mujeres a la vez durante décadas, haber pasado 12 años encerrado en un manicomio, haber tratado de cambiar las ideas económicas de Roosevelt y de Mussolini, haberse comido dos tulipanes de los adornos de la mesa de una cena para llamar más la atención que William Butler Yeats, haber cambiado - tal vez inventado - la poesía del siglo XX, haber fracasado esplendorosamente en su propósito de escribir una nueva Divina Comedia, y haber retado a duelo en Londres en 1912 a un rival poético - quien le propuso, al elegir las armas, que se bombardearan mutuamente con los ejemplares no vendidos de sus respectivas obras en verso -, Ezra Pound estaba profundamente deprimido. Le dijo a un visitante, de los que ya por esa época iban a contemplar a la leyenda viviente: "soy un hombre reducido a fragmentos".


1 "Tenía ideas"

La madre de Pound, Isabel Weston, refirió una vez con lacónico desprecio a su padre Harding, quien las había abandonado a ella y su madre y vivió luego una vida azaroza, terminando sus días en un asilo: "Tenía ideas".

Ezra debe haber heredado esos genes, pues su independencia intelectual fue siempre de la mano con otro rasgo absolutamente marcado: su permanente - y muchas veces increíblemente molesto - deseo de convencer a otros de algo.

En su primera juventud, Pound daba clases de literatura. Enseguida, en Londres, se dedicó durante más de 10 años a imponer sus preferencias literarias en el mundo. El resultado es conocido: Mr. James Joyce, Mr. Thomas S. Eliot, Mr. D.H. Lawrence, Mr. William Carlos Williams, Miss H.D., Mr. Robert Frost, Mr. Vachel Lindsay... Luego, en Paris, Hemingway, e.e. cummings, John dos Passos, Marianne Moore... En la década del 30, ya en Italia, su afán catequizador se mudó a un súbito interés en la economía, y una furiosa cruzada contra la usura, que le condujo a convertirse en un predicador político radial, desde Roma, durante la guerra, y luego a la prisión en un manicomio en Washington D.C..

Pound era lo mismo que sus ideas, y creía que una idea existía solamente si era aplicada. No sólo fue siempre un hombre de acción, sino acaso lo más alejado a un teórico que pueda concebirse: "Pero haber hecho en lugar de no hacer nada / eso no es vanidad", escribió en el Canto LXXXI.

Sólo una cosa puede haber sido más fuerte en Pound que su independencia de criterio: su legendario egocentrismo, que en el plano intelectual posibilitó sus más espectaculares logros de originalidad, y sus más infames caídas más allá de los suburbios de todo sentido común.

En 1909, vivía en Londres, y hubo una cena en honor de D.H. Lawrence. Ernest Rhys, un personaje que frecuentaba el grupo en esa época, describe la comida como "una cena de fiesta que incluyó a Lawrence, Ford [Madox Hueffer] y Yeats. Este último acaparaba la atención de tal modo que Ezra pudo haber sentido que no estaba dándosele el lugar que le correspondía. Entonces...viendo la mesa de la cena adornada con tulipanes rojos en vasos, tomó una de las flores, y procedió a masticarla. Como Yeats, absorto en su monólogo, no se dio cuenta de esta extraña conducta, y el resto de nosotros éramos demasiado educados como para tomar nota, Ezra, habiéndolas encontrado de su gusto, hizo lo mismo con una segunda flor".

Pero cuenta en su haber con un rasgo enormemente destacado: su talento como juez y editor de la obra de otros, en la que, con absoluta seguridad, y medido por sus logros prácticos, no hay nadie que se le acerque en todo el siglo. En una carta al poeta Archibald MacLeish, en 1926, dice Pound al respecto: "A menudo encuentro gente que NO es capaz de reescribir. Hacen algo, y luego les viene parálisis, e imaginan que no puede ser escrito de ningún otro modo. Y como Ford lo ha dicho muy bien: hay siempre cuarenta maneras de decir CUALQUIER COSA y la primera es, en general, equivocada."

2 "He intentado escribir el Paraíso"

Es al caos a lo que más se parece el orden de la vida de Pound. Los fragmentos que componen su eternamente en movimiento y frágilmente monumental obra son 'un roto manojo de espejos'. Todo el tiempo están esbozándose y disolviéndose en ella, como reflejos de luces que se ven un momento y luego no se mantienen, antiguos textos, estilos perdidos que se intenta resucitar, alusiones a otras obras, a actitudes humanas, a personajes históricos o ignotos... demostraciones hechas a medias y que luego no se retoman jamás.

Al principio de su vida, Pound trató de adaptar antiguas formas - líricos griegos, trovadores provenzales - a la lengua inglesa moderna, y exploró, fundamentalmente desde 1912, las posibilidades del ritmo interno dentro de una forma libre, y un tratamiento de 'la cosa en sí', despojada de ornamentos, en un lenguaje que recurría frecuentemente a imágenes visuales.

Pero ya en 1916 - sin abandonar lo anterior - sus objetivos se ampliaron, y puso manos a la obra de un proyecto que había concebido en 1905: los Cantares.

A mediados de setiembre del año 16, escribió en una carta: "estoy trabajando en un poema cryselefantino de largo inconmensurable que me ocupará durante los próximos cuarenta años, salvo que me aburra". Y en otra carta a un editor, John Quinn, dice estar escribiendo "la obra de mi vida en versos (...) trabajo en un nuevo poema largo (realmente L A R G O, interminable, leviatánico)". Finalmente, en entrevista al Paris Review ya en 1960: "Hay seis siglos que no han sido empacados todavía. (...) Se trata de manejar todo el material que quedó afuera de la Divina Commedia".

Los Cantares no le ocuparon cuarenta, sino cincuenta años. El intento de Pound fue, de algún modo, 'editar' e incluir en un largo encadenamiento, todo lo que consideraba bello y valioso en el mundo del pasado y del presente, desde partituras musicales hasta fragmentos de la obra de economistas olvidados, pasando por Homero o Safo, y aludiendo constantemente a personajes de su propia historia privada -a menudo llamando a éstos por pseudónimos que sólo él conocía. 'Cortar y pegar' fragmentos tras fragmentos.

Su lucidez acerca de las imposibilidades de la traducción le llevaron, además, a incluir los fragmentos en su lengua original, lo que agrega una dificultad más a la recepción del texto. El resultado es un extraño desafío para el lector, que es capaz de ver la belleza invencible de muchos pasajes, mientras pierde la referencia a menudo y de modo insoluble.

Eliot se refirió a esto con palabras menos complacientes: "[En algunos pasajes de los Cantares] parece como si el autor estuviese tan irritado con sus lectores, debido a que estos no conocen todo acerca de alguien mencionado..., que él rehusa iluminarlos en absoluto al respecto".

En 1957 ya se publicó en Berkeley, California, una guía de lectura de los Cantares que consta de 7 500 ítems, y acumula unas 17 000 referencias.

Ironías de la literatura, sus Cantares, que él pensó debían ser la culminación de la modernidad, cerrando y fijando un discurso que estipulara y conservara lo valioso para las generaciones venideras, tienen algo inevitablemente 'posmoderno', y en lugar de clausurar una época literaria, la abren en una explosión de alusiones de imprecisa resolución.
La definitiva provisoriedad de los Cantares es una demostración del valor de lo frágil, una especie de pensamiento débil llevado a versos, y la obra entera se convierte en el comentario de un erudito al borde del códice de todos los tiempos. "En el futuro -dijo Pound con candoroso optimismo- los Cantares serán entendidos aún por los niños de escuela." Eso no se ha cumplido aún, pero tal vez el poema sobresalta menos ahora, que los lectores se han acostumbrado a enfrentarse con obras de arte en donde lo único definitivo es lo provisorio.

3 "Poseer algo es a menudo un maldito estorbo"

Pound fue un hombre tan independiente que casi nadie pudo tratarlo lo suficiente sin distanciarse de él - con excepción de Thomas Stearns Eliot, que era salvajemente imperturbable.

Ezra Pound fue, desde el principio, una especie de nómade. Nació el 30 de octubre de 1885 en el remoto poblado de Hailey, en el estado de Idaho, literalmente en lo más profundo del Oeste americano, donde su padre había ido a supervisar el funcionamiento de una mina de propiedad de la familia. A los seis meses de edad se fue de allí para siempre. A los 21 años hizo su primer viaje solitario a Europa, y a lo largo de su vida estuvo establecido - voluntariamente o a la fuerza - en Londres, Paris, Rapallo, Washington D.C. y Venecia. Cuando Mary Moore, una de sus eternas novias americanas, le preguntó en 1909 cuándo volvía a casa, le respondió: "No tengo casa".

Muchos años después, T.S. Eliot se refería a esta característica de Pound: "en aquella época, [Pound] parecía un intruso [con] una suerte de resistencia contra todo lo que fuera crecer dentro de un entorno. En América, sin duda habrá parecido siempre a punto de irse al extranjero; en Londres, siempre parecía a punto de cruzar el Canal".

Pound mismo exaltaba este deseo de andar ligero de ataduras. "Poseer algo es a menudo un maldito estorbo. Fue a partir de mis padres, que poseían una casa, que me di cuenta, y luché durante años por no poseer nada que no se pudiese poner en una valija. Nunca logré realmente bajar a menos de dos valijas. Lo cual es un estorbo y realmente un estigma de la pobreza. Cuando se tiene un adecuado poder adquisitivo, uno puede poseer menos".

Su efecto en el mundo puede medirse directamente en relación con esta independencia, pues es difícil encontrar otro personaje del siglo XX que haya pasado por 87 años de vida sin entrar en prácticamente ningún compromiso que le apartase de seguir su propio camino. Como primera consecuencia, se llenó de enemigos. Pero esa independencia también le permitió - o le compelió - a explorar muchas sendas que nadie más había recorrido, y a formarse un punto de vista propio sobre casi todos los temas. A la larga, era inevitable que creara escuela.


4 Editando al totem

Pound ha exasperado la intertextualidad hasta un punto que ningún otro autor conocido ha llegado, Borges probablemente incluido. Su práctica literaria incluyó, casi desde el primer día, una manipulación constante de los textos de otros. Y el resultado ha sido no sólo la ya citada metabolización de miles de textos ajenos en el propio, de modo que no se distinguen uno de otro, sino incluso la transformación radical de la obra de quienes se ponían a su alcance. Primera consecuencia de lo último: la obra de Pound está firmada por Pound sólo en un porcentaje menor.

Esta inclinación no era, en Pound, particularmente respetuosa de nada establecido. En 1913, el ya consagrado William B. Yeats confió al joven Ezra unos poemas para que se imprimieran en la revista Poetry de Chicago, de la cual éste era corresponsal. Ezra creyó que los textos tenían unos cuantos defectos, y procedió a corregirlos. Envió las versiones editadas a Poetry, y Yeats sólo las vio cuando ya se habían publicado. El escándalo que armó Yeats fue mayúsculo. Pero al poco tiempo, cuando las aguas se calmaron, el poeta irlandés empezó a ver que las correcciones de Pound tenían sentido. En las siguientes ediciones de sus Collected Poems mantuvo las versiones editadas por Pound. En carta a una de sus amigas, lady Gregory, dice Yeats que Pound "me ayudó a volver a lo definido y concreto".

Según Humphrey Carpenter - cuya definitiva biografía de Pound, de 1000 páginas, publicada por Delta en Nueva York en 1990, hemos consultado extensivamente para estos apuntes-, "la 'reeducación' de Yeats, (...) convenció a Pound de que tenía derecho a editar cualquier poesía, publicada o por publicar".

5 'A punto de caer en el centro de la turba'

La vida literaria de Pound comienza en Londres, en 1908. Antes de eso, quedan años de formación en Pennsylvania, y una tesis de doctorado en Nueva York sobre la figura del gracioso en Lope de Vega. Pound, un perfecto desconocido, comienza a buscar algún modo de darse a conocer en la capital inglesa. Aparece en escena Ford Madox Hueffer. Ya es el año 1909. Según el endiablado estilo epistolar de Pound, "(Ford) had all his faults, like his moustache, out in front where everyone cd/see," y era "au fond a serious character as J.J. the Reverend Eliot and even ole Unc Wm/ the yeAT were NOT" ("Ford tenía todas sus fallas, como su bigote, allí adelante, donde todo el mundo podía verlas", y era "en el fondo un personaje serio, como incluso James Joyce, el Reverendo Eliot, y el Tío viejo William Yeats no lo eran").

Ford fue el apoyo de Pound en sus inicios en Londres, y cuando se piensa en el carácter demasiado directo y brusco de Pound, es muy probable que sin la suerte de 'amortiguación' que Ford proveía, la carrera de Pound en el establishment literario británico no habría siquiera despegado del piso.

El 3 de febrero del 1909, Pound - que de hecho, en Londres sólo conocía a Ford, a su editor Elkin Mathews y al director del Politécnico -, escribe exaltadamente a William Carlos Williams "Estoy a punto de caer en el centro de la turba que hace las cosas aquí." Es en esa época que es presentado a la señora Olivia Shakespear, "indudablemente, la señora más exquisita de Londres". La suerte de Pound fue admirable en este caso, pues su principal objetivo en Londres era conocer a Yeats, a quien admiraba por encima de todos los demás poetas del momento. Shakespear, una aristocrática dama 25 años mayor que Pound era de hecho, y desde 1895, la amante de Yeats. Fue gracias a ella que Pound llegó por primera vez, en abril de 1909, a las habitaciones del bardo irlandés, en el 18 Woburn Buildings. Allí Yeats dirigía, todos los lunes, un salón en que se reunían algunos escritores - pero en general, sus admiradores. A comienzos de 1910 llegan a Pound rumores de que Yeats comienza a hablar bien de él. Le llega una frase de Yeats, que notifica a sus padres: "No hay una generación de poetas jóvenes. Ezra Pound es un volcán solitario".

A mediados de noviembre de 1909 Pound conoció a un joven maestro de escuela de Croydon: David Herbert (D.H.) Lawrence. Comenzó de inmediato una difícil amistad. Pound admiraba la poesía de Lawrence: "Pienso que aprendió el tratamiento correcto de los temas modernos antes que yo", escribió mucho después.

6 "Mr Ezequiel Tom, from Montana"

El joven poeta T.E. Hulme reunía en el café Tour Eiffel del Soho, los jueves de tardecita, a un grupo de escritores que constituían una secesión del tradicional Poet's Club londinense. El jueves 22 de abril de 1909, Pound llegó por primera vez a ese cenáculo, invitado por Hulme. Un miembro del grupo, llamado Flint, recuerda esa primera y memorable ocasión: "(Ezra Pound) debe haber olvidado, o nunca se enteró, de la excitación con la que los clientes de las demás mesas le oyeron declamar su Sestina: Altaforte... qué fuerte vibraba la mesa en resonancia con su voz".

Hacía una semana que Personae, el tercer libro de Pound, había sido publicado, y una serie de reseñas fueron apareciendo en esos días, mostrando que Londres comenzaba a tomar cuenta del joven americano. Pero el reconocimiento principal apareció en una nota satírica en el Punch, el 23 de junio. Allí se anuncia que "Mr. Welkin Marsh (exactamente lo opuesto de Long Jane's)" (o sea, Elkin Mathews -el editor de Pound-, opuesto a John Lane´s - otro editor -)" anuncia que ha asegurado para el mercado inglés los palpitantes trabajos del nuevo poeta de Montana
(U.S.A.), Mr. Ezequiel Tom, que es la cosa más señalable en la poesía desde Robert Browning.

Mr. Ton, que ha dejado América para residir por un tiempo en Londres y ha impreso su personalidad en los editores ingleses, publicistas y lectores, es por muy lejos el nuevo poeta en curso, sea lo que sea lo que pueda decirse en otra parte. Ha triunfado, donde todos los demás han fracasado, al desarrollar una mezcla de la imaginería del salvaje Oeste, el vocabulario de Wardour Street, y el siniestro abandono de la Italia de los Borgia."

Exagerandolo todo, Pound reportó a su íntimo amigo de la adolescencia, William Carlos Williams: "Estoy, después de ocho años de martillar contra impenetrable diamante, volviéndome repentinamente algo así como un suceso".

7 "Escribir lírica & hablar con mis amigos"

En situación económica precaria, mientras vivía en Londres, Pound creyó que podía obtener dinero a través de la prosa, por lo que se planteó un proyecto de novela, que consistió en una tarde o dos de trabajo desesperado y frenético para conseguir unas 30 páginas, que procedió a quemar. "Soy hombre y mortal, el poder femenino de la perseverancia está más allá de mi" escribió por entonces a una amiga. 50 años más tarde volvería sobre el tema: "una vez escribí el principio de una novela. Era horrible." También en esos días, a su madre: "tú sabes que nunca fingí amar el trabajo o creer en su dignidad. Nunca hago voluntariamente nada que no sea escribir lírica & hablar con mis amigos."

8 "Mr. Pound conoce muy poco de la lengua italiana"

En 1910 Pound vuelve a Italia, y en Sirmione, junto al lago de Garda, trabaja en una traducción, los Sonnets and Ballate of Guido Cavalcanti - publicado finalmente en 1912 -. Se trata de uno de los mayores fracasos de Pound. Cuando apareció, el crítico Arundel del Re escribió "o bien Mr. Pound conoce muy poco sobre la lengua italiana, o carece completamente del juicio crítico necesario al traductor".

Carpenter señala que incluso la primera línea de la canción que es considerada la pieza más importante, la tomó como "Donna mi pregna" en lugar de "Donna mi prega", por lo cual tradujo, horriblemente, "A lady impregnates me" (literalmente, "Una dama me preña"), en lugar de "A lady entreats me" ("Una dama me ruega"). En su momento, Pound protestó y relativizó la crítica, pero años más tarde reconoció a Joyce: "Una vez hice una mala traducción de Cavalcanti".

9 Exterminando la sífilis

El 15 de junio de 1910, Ezra Pound decide retornar a los Estados Unidos. Su primera temporada en Londres había terminado, y no tenía planes concretos de regresar. Los objetivos de Ezra en ese entonces eran, explícitamente, dedicarse a ser un hombre de empresa, como su abuelo y su padre. Dijo a D.H. Lawrence, cuando éste lo fue a despedir: "Habiendo tenido todas las experiencias posibles para un hombre pobre, debo proceder ahora a conquistar riquezas, y explorar el otro hemisferio".

Cuando llegó, casi inmediatamente se ligó con un hombre de negocios de lóbrega reputación, llamado Frank 'Baldy' Bacon. Bacon, en principio, vendía seguros, y tenía una oficina en el distrito comercial de New York. Pound fue a visitar a William Carlos Williams a New Jersey, con la siguiente propuesta -narrada así por Williams: "me propuso...que compráramos una gran cantidad de '606', el nuevo arsénico anti-sifilítico que Ehrlich acababa de anunciar al mundo, y que fuéramos inmediatamente con él a las costas del norte de África para venderlo. Entre nosotros, yo con mi título de médico y mi experiencia, y él con sus inclinaciones a la sociabilidad, podríamos, dijo, sacar limpio un millón de dólares tratando a los viejos ricachones - presumiblemente destruidos por la enfermedad - y retirarnos a nuestros disfrutes literarios en un plazo, como mucho, de un año".

Ese plan es lo único que se conoce de la efímera carrera de millonario de Ezra Pound. Ya el 22 de febrero del 1911 se embarca, a bordo del 'Mauretania', de vuelta a Londres, diciendo adiós a cualquier ulterior intento de vida 'normal' en su patria.

10 Ford inventa a Pound...

En julio de 1911, Ezra publica Canzoni, dedicado a Olivia y su hija Dorothy Shakespear - ésta última, ya prometida de Pound -. Otro intento fallido, que es recibido con pésima crítica. En todo caso, el desastre de Canzoni parece haber tenido un resultado magnífico. A partir de allí, el poeta comenzó a explorar nuevos caminos estilísticos. El resultado no tardaría en aparecer, el año de 1912, con el invento del imaginismo.

Para ese tránsito, fue fundamental un desconocido viaje a un pueblo universitario al norte de Alemania, hecho por Pound a invitación de Ford Madox Hueffer. "Mi dirección luego del 1 de Agosto es c/o F.M. Hueffer, 15 Friedrichs Strasse, Giessen, a/L, Alemania", escribió a Dorothy Shakespear en el verano de 1911. En esa estadía conjunta, Pound llevó a Ford un ejemplar de Canzoni, esperando aprobación, y lo que obtuvo en cambio fue un escándalo. Ford le mostró su opinión de Canzoni, literalmente, tirándose al piso y simulando los retorcimientos de agonía que le provocaba el nuevo intento lingüístico de Pound.

"Ford...sintió los errores [en Canzoni] hasta el punto de rodar (físicamente, y si usted lo mira como mero esnobismo superficial, ridículamente) por el piso de su cuartel general temporario en Giessen", contó Ezra luego. Pero a continuación, hubo una conversación entre Ford Madox Hueffer y Ezra Pound que el último no dejó de agradecer - incluso lo hizo explícitamente varias veces en los años siguientes - por el resto de su vida. Las ideas que Ford expuso entonces están en la base del imaginismo, que luego Pound 'inventaría' aparentemente de la nada, y explican casi todo acerca del estilo directo que es la marca distintiva y el aporte de buena parte de la mejor poesía inglesa y norteamericana del siglo XX, after Pound.

Esas ideas se resumen aproximadamente en este párrrafo, que Ford publicó luego en 1913: "Yo he sido incapaz de hacerlo: tal vez soy demasiado viejo, o he nacido demasiado tarde -lo que ustedes quieran. Pero aquí está el punto: yo prefiero leer una pintura en verso de las emociones y el entorno de una anarquista de Goodge Street, antes que recapturar las canciones que cantaban las sirenas. Eso, a fin de cuentas, es todo lo que François Villon estuvo haciendo con la vida de su tiempo, y yo siento que nuestro tiempo estaría cumpliendo su deber con la posteridad mucho más eficazmente, si hiciese algo de este tipo".

Pound comentaba luego: "preferiría hablar de poesía con Ford Madox Hueffer que con cualquier otro hombre en Londres (...) Mr. Hueffer cree en entregar la cosa exactamente. Desnudar las palabras de toda "asociación" en beneficio del significado preciso". Ya se verá cómo todo esto es imaginismo en estado puro.

11 ...y Pound inventa el imaginismo

El cuarto libro de Ezra Pound, Ripostes, incluye un curioso epílogo, compuesto por los pomposamente calificados Complete Poetical Works of T.E. Hulme. Se trata de 5 poemas, breves, algo en el estilo de los haiku japoneses. Es mencionado aquí, simplemente porque fue precisamente en el prefacio a esos poemas de Hulme que Pound comenzó a hablar de la escuela de los 'Imaginistas', incluyendo bajo ese misterioso rótulo a los no menos ignotos "descendientes de la olvidada escuela de 1909" (¿?). Nadie supo jamás a quién se refiere Pound en ese prefacio. Vista la situación, Pound no pudo menos que inventar una nueva escuela poética.

Fue a propósito de unos poemas de su joven y reciente amigo Richard Aldington, que envió a la revista Poetry, que escribió: "es el trabajo de uno de des imagistes, un grupo de ardientes helenistas que están desarrollando interesantes experimentos en el vers libre; tratan de lograr en inglés cierta sutileza de cadencias del tipo de las que Mallarmé y sus seguidores han estudiado en Francia". Por supuesto, no había ningún grupo - Aldington no constituía por entonces, ni nunca después, un grupo en sí mismo - ni se veían 'ardientes helenistas' en todas las esquinas de Londres. Simplemente, admitió Pound después, con una impunidad intelectual que siempre le fue característica, "el nombre fue inventado para lanzar a H.D. y a Aldington antes que cualquiera de ellos tuviera material como para un volumen propio". Faltaba encontrar más acólitos para la flamante idea. La segunda, fue H.D- - Hilda Doolitle, su ex novia de la adolescencia en Pennsylvania, que estaba pasando una temporada en Londres.

Junto con los de H.D., Pound envió a Chicago algunos de sus propios poemas, en donde se veía que el imaginismo podía dar, en manos de un poeta de verdad, obras maestras. Él llamó Contemporania a esa colección de textos que envió a Poetry en 1912. Entre ellos, estaba incluido, por ejemplo, el archifamoso díptico "En una estación del Metro".

La antología des Imagistes sería publicada, finalmente, en Estados Unidos en marzo de 1914, y en Londres al mes siguiente. La integran: H.D., Richard Aldington, F.S. Flint, Skipwith Cannell, Amy Lowell, William Carlos Williams, D.H. Lawrence, James Joyce, Ford Madox Hueffer, Allen Upward, John Cournos, y Ezra Pound. Hay allí al menos tres de los mayores escritores en lengua inglesa del siglo -Lawrence, Joyce y Williams-, reunidos por mérito exclusivo del cuarto de ellos. En Estados Unidos, podría afirmarse que el libro fue recibido con estrépito. Se parodiaron los poemas, y hasta se publicaron sin citar la fuente con notas irónicas al pie. En Londres, el interés fue menor, pero también cundió el desprecio.

12 Un tal Joyce...

Ezra acepta, en el otoño de 1913, una invitación de Yeats para pasar una temporada en una cabaña en Sussex. Allí, donde "trabajábamos, y nos reuníamos a conversar todas las tardes", Pound, que seguía buscando gente que encajara en una proyectada antología de los imaginistas, pregunta a Yeats si hay algo parecido a un poeta imaginista en toda Irlanda. Yeats le dice que 'hay un tipo' del que recuerda un buen poema, llamado "I hear an Army Charging upon the Land". El tipo se llamaba James Joyce.

Yeats no pudo encontrar el libro de Joyce, que era el primero y único que había publicado. Pound investiga. Descubre que Joyce vive en un sitio tan remoto como Trieste, según el dato que le pasa su viejo editor Elkin Mathews. El 15/12/1913 le escribe una primera carta: "Estimado señor: Mr Yeats me ha estado hablando de su trabajo como escritor. Estoy conectado informalmente con un par de revistas nuevas y carentes de pecunio ("The Egoist"...y "The cerebralist"...) ...También junto poemas para un par de revistas americanas que pagan precios tope... (...) Dado que no sé en qué consiste su obra actualmente, puedo solamente ofrecerme a leer lo que usted mande... Yo soy bonae voluntatis, - no en último término debido a que puedo ser de alguna utilidad para usted, así como usted puede serlo para mi. De acuerdo a lo que W.B.Y. dice, imagino que tenemos un par de odios en común - pero ese es un lazo de lo más problemático para una presentación. Suyo sinceramente, Ezra Pound."

A Joyce, que estaba aproximadamente muerto de hambre con su mujer y dos hijas en Trieste, la carta puede haberle provisto de algún género de esperanza. La contestó de inmediato. Él se había ido de Irlanda a los 22 años, y el poemario Chamber music
-Música de cámara- era su único libro édito a la fecha. Desde 1905 había estado mandando a la prensa, sin éxito, unas historias breves llamadas Dubliners -Dublineses-. Esto le había frustrado también en la continuación de su primera novela, que por entonces se llamaba Stephen Hero.

Joyce explicó a Pound su situación con Dubliners. Dos editores habían firmado contrato de publicación, y luego lo había deshecho debido a que Joyce se negaba a permitirles modificar el texto. A esta altura, le mandó a Pound el primer capítulo de su Retrato del artista adolescente -el nuevo título de Stephen Hero.

Exactamente el día del cumpleaños 32 de Joyce, el 2 de febrero de 1914, la primera entrega del "Retrato..." apareció en The Egoist. Joyce le escribió a Yeats: "Nunca voy a poder agradecerle lo suficiente que me haya puesto en relación con Ezra Pound, que es, sin duda, un obrero del milagro"

13 Torbellinos vorticistas

A principios de 1914, el escritor y pintor Wyndham Lewis estaba iniciando una nueva revista, Blast. Según la definió Pound en carta a sus padres en esos días, "la más inteligente revista de Londres. Ustedes la detestarían".
Lewis era, también de acuerdo a Pound, el más talentoso de todos los miembros de 'la pandilla', com la llamaba Ezra. A Ernest Hemingway, que lo conoció, le disgustaba, y dijo que tenía los ojos "de un violador fracasado". Lewis había tomado la idea de BLAST de los cubistas. Marinetti estuvo en Londres en 1913. En ese caldo de cultivo, surgió el próximo hito vanguardista inventado por Pound. Se llamó vorticismo, y apareció un día que Ezra y Dorothy habían sido invitados al Rebel Art Centre un sábado a la hora del té. Lewis les llevó al fondo y les mostró sus pinturas. Casi inmediatamente al lanzamiento del movimiento, el Rebel Art Center murió, debido a que su patrona, Kate Lechmere, fue "robada de la cama de Lewis por T.E.Hulme", según informa Carpenter. Lewis intentó asesinar a Hulme, pero fracasó.

14 ...y un tal Eliot

Corría la guerra, a la cual Pound se mantuvo tan ajeno como le fue posible, en su condición de extranjero en Gran Bretaña. En septiembre de 1914, el poeta norteamericano Conrad Aiken, que había conocido a Pound un tiempo antes, y a quien Pound no prestó demasiada atención, fue a visitarlo a su casa del 5 Holland Place Chambers, para hablarle de algunos poetas norteamericanos jóvenes que le interesaba promover en Poetry y otras revistas en las que Ezra tenía influencia. "Me habló de literatura Norteamericana" recordó luego Pound, "pero no me lo comí". (Favorito de Aiken era Edwin Arlington Robinson, que a Ezra no le interesó.) Cuando Aiken se iba del apartamento, Pound le preguntó "pero ¿no hay nadie DIFERENTE, alguien de Harvard, por ejemplo?" -"Oh, bueno, está Eliot" dijo Aiken. -"¿Quién es Eliot?" -"Un chico de Harvard que hace cosas divertidas. De hecho, está en Londres ahora, de modo que puedes verlo si quieres." Pound le pidió que arreglara una cita.
En esos días, Eliot y Pound se conocieron, y Eliot le dio a Pound a leer la Canción de J. Alfred Prufrock. El 30 de setiembre del 14, Ezra escribió a Harriet Monroe: "[Eliot] me ha traído el mejor poema que he tenido o visto de un escritor norteamericano. RUEGA A DIOS QUE NO SEA UN ÉXITO ÚNICO. (...)"

15 "Como hojas en otoño"

En 1920, se muda a París con su mujer Dorothy. Entre las primeras personas que trata están Francis Picabia y Jean Cocteau. Al correr los meses va ampliando su círculo: Anatole France, Gide, Valéry, Sylvia Beach - escritora, y dueña de la librería 'Shakespeare & Co.'-, y un conjunto de americanos -entre los que estaba Hemingway- que llegaban "como hojas en otoño" según Pound. El más interesante de ellos, probablemente, e.e. cummings, que tenía 17 años cuando conoció a Pound, y aún en 1957 aseguraba que Ezra era el verdadero revolucionario de la poesía inglesa.

El 2 de febrero de 1922 - aparentemente, todos los acontecimientos literarios de la vida de Joyce ocurrieron en alguno de sus cumpleaños - se presentó la primera edición completa del Ulysses. El escritor invitado para hacer la presentación fue Valéry Larbaud, por lo cual Pound declinó concurrir. A estas alturas ya estaba bastante irritado por el entusiasmo que estaba despertando el libro.

16 Pound escribe La tierra baldía...

En su camino a una cura de descanso en Lausanne - exhausto por el contínuo estado de postración de su mujer Viviane -, Eliot estuvo en Paris en noviembre de 1921. Allí mostró a Ezra Pound un largo poema, llamado He Do the Police in Different Voices. Al mes siguiente, se lo conocía como The Waste Land -La Tierra Baldía-, el más importante poema en la vida de Eliot. Cuando se presentó en París, considerándo terminada la composición, Ezra estuvo en completo desacuerdo, y aparentemente le hizo una larga serie de comentarios al respecto. Eliot partió a Lausanne, y allí prácticamente reescribió el poema entero, agregando además una nueva sección.

Ezra aprobó lo que Eliot había hecho en Lausanne, y consideró el poema una obra de arte. Lo envió para publicar en el medio norteamericano en el que colaboraba por entonces, Dial, pero además hizo otra cosa: le presentó a Eliot a un editor americano, que firmó allí mismo un contrato para publicarlo en libro.

Eliot recordó con posterioridad: "le puse delante, en París, el manuscrito de un poema que tendía al caos llamado La tierra baldía, que dejó sus manos, reducido a más o menos la mitad de su tamaño original, en la forma en que aparece impreso".

Para completar su invención de genios de ese año, Pound se encarga de Ernest Hemingway. Este fue a Paris buscando desarrollar su incipiente carrera literaria. Conoce a Pound, y este le consigue un contacto para que publique la colección de historias breves En nuestro tiempo. Fue el lanzamiento literario de Hemingway.

* Publicado originalmente en Insomnia Nº46

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