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Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



URUGUAY - ESTADO - ESTADO/NACIÓN - LAICIDAD - IDENTIDAD - RELIGIÓN CIVIL - SUJETO DEMOCRÁTICO - IGUALDAD/ DIVERSIDAD/HOMOGENEIDAD - REFORMA VALERIANA


Mito-praxis: escuela pública y Estado-Nación en el Uruguay"(1)(II)*

Nicolás Guigou

La gran polémica que se desarrolló por el emplazamiento permanente de la llamada "Cruz del Papa" -y que dio lugar en junio de 1987 a una bullanguera Asamblea General y a la aprobación de la Ley 15.870 autorizando la permanencia de la misma- parece mostrar "el último suspiro" de aquella religión civil jacobina y que tanto marcara al Uruguay desde mediados del siglo XIX hasta las primeras décadas del XX

IV. La religión civil: mito-praxis y representaciones

Al indagar la conformación de la "Nación laica", estaba por cierto tentando dar cuenta de la construcción de la religión civil de la propia nación.

Digámoslo así: el
Uruguay, como constructo cultural ha sido visualizado como modelo "ejemplar" de secularización y laicización. Desde mediados del siglo XIX hasta por lo menos las tres primeras décadas del siglo XX(16), se desarrolló una suerte de épica secularizadora y laicizadora, con continuidades y discontinuidades, "larga duración", transformaciones y pérdidas.

Dicho esto, cabe señalar que los conceptos de secularización y laicismo parecen presentar cierta incompletud: el primero, señala una separación mediada por un vacío, el segundo, un conjunto de reglas idénticas aplicables a los diferentes.

Esta perspectiva puede variar, cuando la laicidad deviene en laicización y la misma aparece en su productividad, esto es, cuando la entendemos como uno de los aspectos fundantes de la religión civil de una nación.

En otro lugar ya escribí sobre mito-praxis
(como teoría de la acción del mito)(17) y también sobre las representaciones emblemáticas, que en sus diversas conjugaciones, sirven de base a los propios mitos. Dediquémosle ahora un espacio al tema de la religión civil.

La religión civil del
Uruguay, habría estado conformada por dichos mitos y representaciones con claros "efectos de realidad".

Su cristalización fue la invención de una centralidad identitaria expresada en un sujeto democrático, al mismo tiempo que, bajo un peculiar tratamiento de la diversidad, entendió la igualdad en tanto homogeneidad y en su sacralización de la politeya
(18) consideró que sujetos diferentes podían tener su lugar mediante la nomiNación mágica que menciona justamente a la diferencia para borrarla bajo la impronta igualitaria.

El Estado-Nación tuvo en este proceso de luchas simbólicas un papel fundamental en la producción de lo Mismo y lo
Otro bajo estrategias tan disímiles que incluyeron desde la integración, pasando por la privatización, obliteración y jerarquización (distintas maneras de producir la otredad).

Si la comparáramos con otras religiones civiles del mundo, la religión civil de la Nación laica uruguaya, presenta sus peculiaridades.
Desde la antigua propuesta de Rousseau acerca de esta suerte de religión,

"Una profesión de fe puramente civil, cuyos artículos de fe corresponde al soberano fijar, no precisamente como dogmas de religión, sino como sentimiento de sociabilidad sin los cuales es imposible ser buen ciudadano ni súbdito fiel. Sin obligar a nadie a creerlas, puede desterrarle, no como impío, sino como insociable."(19)

pasando por innumerables pensadores, cabe llamar la atención sobre dos modalidades de "religiones civiles": la establecida en los
Estados Unidos y en Francia.

La primera, no tenta romper con el pasado religioso ni es de carácter anticlerical:

"The American civil religion was never anticlerical or militantly secular. On the contrary, it borrowed selectively from the religious tradition in such a way that the average American saw no conflict between the two. In this way, the civil religion was able to build up without any bitter struggle with the church powerful symbols of national solidarity and to mobilize deep levels of personal motivation for the attainment of national goals."(20)

Refiriéndose a la religión civil norteamericana Habermas escribirá:

"Esta adoptó una forma que era relativamente consistente con las concepciones y definiciones cristianas tradicionales, y esto es lo que constituye el núcleo de lo que Bellah llama religión civil americana. No hubo ruptura radical con la herencia religiosa primaria, aunque se evitó cuidadosamente toda tentativa de definir la nueva religión civil como cristiana en un sentido dogmático específico."(21)

No hay para este caso abstracción o intentos sustitutivos radicales de los valores y contenidos religiosos confesionales, sino su desdogmatización a través de la conformación de los mismos en instancias constitutivas de la Nación que abarcan desde alusiones constantes a Dios en los discursos oficiales (y en los dólares), utilización de símbolos religiosos en "ritos de institución" estatales y un largo etcétera del que no cabe olvidar la idea de Nación "predestinada". También por supuesto , trazas de "... la vida futura sobrenatural, el castigo del vicio, la virtud recompensada, la exclusión de la intolerancia religiosa y otros temas semejantes..."(22).

A diferencia de esta "religión civil americana", el ejemplo de religión civil proveniente de la Revolución Francesa
(de corte anticlerical y con claras intenciones sustitutivas y privatizadoras) parece resumirse en las afirmaciones de Dias Duarte sobre ésta: "A elaboração da "religião civil" era assim uma solução de compromisso entre o engajamento e a lealdade ao novo grande Ente político (...) e a preservação da área da liberdade individual, da esfera do privado. "(23)

Es en la religión civil "a la francesa" que encontramos una suerte de intento de sustitución y privatización de las "religiones particulares", al mismo tiempo que una densa elaboración simbólica en el diseño de una enunciación sacra de la Nación.

Llobera nos recuerda todo ese ejercicio de sacralización:

"El tricolor, combinando el rojo y el azul de la ciudad de París con el blanco de los Borbones, se hizo popular en poco tiempo y se convirtió en oficial en 1792. Otro símbolo que se propagó rápidamente fue el altar patriótico, que fue erigido espontáneamente en muchas aldeas y comunas y se hizo obligatorio en 1792(...) Las tablas de la Declaración de los Derechos (en piedra o en metal) eran llevadas en procesión como si fueran el Santísimo Sacramento..."(24)

Si, siguiendo nuevamente a Dumont, individualismo y Nación no son contradictorios(25) , en esta consolidación del sujeto-ciudadano que fue la Revolución Francesa y en el proceso de refundación y producción de la propia Nación, este sujeto aparece en una doble dimensión: por una parte, el mismo poseía libertades para defender y cultivar sus creencias de diverso tipo, por otra, hacía parte de una totalidad: producto y productor de la Nación en cuestión.

La Nación debía ser su religión primera
( y no otra), más allá del cultivo de religiones "privadas":

"Así, reconoce Bellah, la Revolución francesa, anticlerical hasta el meollo, intentó establecer una religión civil anticristiana. Desde entonces el abismo entre la tradición católica francesa y la establecida por el laicismo militante iniciado en 1789, y que había de culminar con el culto jacobino al Ser Supremo ha sido considerable..."(26)

V. La religión civil de la Nación laica

Todavía muchos antropólogos (y otros investigadores sociales extranjeros) se asombran al enterarse que el modelo uruguayo de "religión civil" presenta (tal vez) ribetes inclusive más radicales que el francés.

No es extraña esta reacción. Recordemos que desde 1909 se considera una infracción grave la enseñanza o la práctica religiosa en las
escuelas públicas:

"Poder Legislativo.- El Senado y Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay, reunidos en Asamblea General,
-DECRETAN: Artículo 1° Desde la promulgación de la presente ley, queda suprimida toda enseñanza y práctica religiosa en las Escuelas del Estado.
-Art.2° La Dirección General de Instrucción Pública determinará los casos en que hayan de aplicarse penas á los Maestros transgresores de esta
ley. Estas penas serán de suspensión, pudiendo llegarse hasta la destitución en caso de reincidencias graves y comprobadas.-
-Art. 3° Comuníquese, etc.-Sala de sesiones del Honorable Senado, en Montevideo, á 31 de Marzo de 1909.-
"(27)

Llama también la atención que el
Estado iniciara de forma tan temprana un enfrentamiento tan virulento contra la Iglesia Católica y generara una religión civil que muestra -pese a la polifonía vigente y definitivamente visible- una perdurabilidad desacostumbrada..

Si nos acercamos a tiempos más cercanos, la gran polémica que se desarrolló por el emplazamiento permanente de la llamada "Cruz del Papa" -y que dio lugar en junio de 1987 a una bullanguera Asamblea General
(Senadores y Diputados juntos) y a la aprobación de la Ley 15.870 autorizando la permanencia de la misma- parece mostrar "el último suspiro"(28) de aquella religión civil (rododianamente) jacobina y que tanto marcara al Uruguay desde mediados del siglo XIX hasta las primeras décadas del XX.

Pero la religión civil uruguaya no debe ajustarse únicamente a sus diatribas y prácticas laicizadoras y secularizadoras. Claro que es de particular importancia tanto la producción de Leyes y Decretos estatistas y anti-clericales, así como la llamada "Constitución del ´19" en la que se marca la separación Iglesia Católica-Estado. También -para seguir dando ejemplos- las luchas intestinas de la propia Iglesia
(la famosa polémica entre católicos y supuestos o reales "católicos-masones"), el "desencantamiento" interno del catolicismo o bien la magia social de la nominación ("Semana de Turismo" en vez de "Semana Santa"). ¿Podríamos olvidarnos acaso de la modificación de la nominación de más de treinta poblados y ciudades, por el simple hecho de tener nombres católicos, de la realización de los grandes asados frente a la Catedral los viernes santos(29) o bien del uso de la minúscula -"dios" en vez de "Dios "- en algunos diarios uruguayos?

También es fundamental destacar, traer a escena, otros aspectos de la religión civil: el de estar conformada por el conjunto de mitos y representaciones emblemáticas que hacen a la Nación. Sustitución entonces, y en el mismo movimiento, producción simbólica en la cual aparecen los elogios a la democracia, la ley, el ciudadano, las libertades, etc.

Es esto lo que fui a buscar a los textos escolares de
lectura obligatoria que se usaron en la Escuela Pública desde la reforma vareliana hasta aproximadamente los ´30.
Los templos de la "Nación laica"
(más conocidos como Escuela Pública) -su textualidad- debían de darme las certezas empíricas del caso. Tanto el éxito de la escolarización en Uruguay, las características de la reforma valeriana como un jalón fundamental del proceso de laicización, así como el hecho de conformarse en una de las matrices principales en la producción, circulación y apropiación de mitos y representaciones. -también de su interiorización en la concreción de sujetos-ciudadanos- daban las garantías del caso. En la textualidad de la "religión cívica" encontré parte de lo que esperaba en esa "larga marcha" hacia el ciudadano.

Pero mientras estaba en el Museo Pedagógico "
José Pedro Varela" - entre vitrinas que mostraban los castigos corporales pre-vareliano- y revisaba esos libros (cuyas hojas parecían alas de mariposas) hubo varias novedades que me llevaron al encuentro de un conjunto de investigadores que habían tratado la temática y dado cuenta de la ambivalencia de toda esa masa textual.(30)

La sorpresa no fue solamente constatar el elogio democrático y la desaparición o bien el tratamiento de la divinidad de una manera cada vez más abstracta, sino la jerarquización en la conformación del sujeto-ciudadano. Ya no solamente la privatización de la religiosidad y el culto al mismo tiempo de una religión civil, sino también la obliteración y privatización de la diversidad cultural -en su sentido más amplio- a lo que habría que agregar la jerarquización del otro producido en tanto que otro.

Sin embargo, no se trataba meramente de una religión civil incluyente -bajo el signo de la homogeneidad- y también excluyente (en el sentido de la privatización).
La jerarquización me obligó a tratar al mismo tiempo los "Mitos de igualdad" y representaciones "vecinas", y dar cuenta asimismo del tratamiento asimétrico del
gaucho, los indios, el inmigrante europeo (en general bien tratado). El caso de los afro-uruguayos merece una mención aparte (particularmente en las formaciones delirantes elaboradas por A. Vásquez Acevedo).

Si la religión civil uruguaya conjugó igualdad y homogeneidad, esta conjugación supuso al mismo tiempo no solamente la privatización sino la distribución asimétrica.
El igualitarismo "a la uruguaya" susurraba en parte aquel "Você sabe com quem está falando?" al mismo tiempo que integraba y formulaba a todos bajo la impronta de la nomiNación. Huyendo de esa nomiNación -y para terminar- el desafío antropológico podrá consistir en seguir profundizando no solamente en las grandes matrices
(como la escuela pública) sino también en todos aquellos otros discursos constitutivos de la Nación (los márgenes) de forma tal de terminar desustancializando los centros identitarios "imaginados".

Notas:

(1) Ponencia presentada al Encuentro con la Antropología Social y Cultural en el Uruguay 24 y 25 de noviembre de 2000, Montevideo, Uruguay
Org: Museo Nacional de Antropología- MEC//Dpto. de Antropología Social-FHCE, UDELAR// Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) UDELAR.
Este trabajo se encuentra actualmente en edición en las Actas del mencionado encuentro y definitivamente editado en la revista Hermes Criollo, Montevideo, año 2, nro.2, pp. 59-69, marzo-junio/2002.

(16) Con las reservas "anti-totalizadoras" del caso, este corte temporal asume algunas propuestas provenientes del saber histórico:
"Fue durante las tres primeras décadas del siglo XX cuando la sociedad uruguaya pudo completar su primer modelo de identidad nacional (..) Si bien Batlle y el batllismo adquirieron una inocultable significación en este período, en este como en otros aspectos su acción se insertó - junto con otros actores relevantes- en el cuadro de una "aventura" colectiva y conflictiva, que recogió fuertes herencias y las proyectó en nuevas síntesis."
Ver: Gerardo Caetano "Identidad nacional e imaginario colectivo en Uruguay. La síntesis perdurable del Centenario." En: Hugo Achugar y Gerardo Caetano Identidad uruguaya: ¿mito, crisis o afirmación? Montevideo, Trilce, p. 84, 1992.

(17) Ver entre otros trabajos la tesis citada L. Nicolás Guigou "A nação laica..." y L. Nicolás Guigou "De la religión civil: identidad, representaciones y mito-praxis en el Uruguay. Algunos aspectos teóricos." Sonnia Romero (comp.) Anuario Antropología social y cultural en Uruguay. Montevideo, Dpto. de Antropología Social, FHCE, UDELAR-NORDAN, 2000. El antropólogo Marshall Sahlins ha causado más de un revuelo con su idea de mito-praxis. Ver principalmente el trabajo de Gananath Obeyesekere The Apotheosis of Captain Cook. Princeton University Press, 1992. El trabajo fundamental de Marshall Sahlins sobre mito-praxis es: Islas de historia. Barcelona, Gedisa, 1997. Dos mitólogos ( y amigos) también han trabajado sobre mitos y escritura ("tecnologías de la inteligencia" ) y sobre mito-praxis.Ver: M. de Fátima Carneiro Montero Os lugares da escrita: um estudo antropológico com mulheres de camadas populares em Porto Alegre/ RS. Programa de Pós-graduação em Antropologia Social, Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS) y José Basini Estratégias econômicas, políticas e religiosas na mito-práxis mybá-guarani. Programa de Pós-graduação em Antropologia Social, Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS).

(18) Ver sobre este punto: Salvador Giner "La religión civil". En: Rafael Salazar Días; Salvador Giner; Fernando Velasco (eds) Formas modernas de religión. Madrid, Alianza, 1994.

(19) Ver: Rousseau, Jean Jaques El contrato social. Buenos Aires, Aguiar, p. 226, 1957.

(20) Ver: N.R. Bellah, Beyond belief:essays on religion in a post-traditional world. Nueva York, Harper&Row, p- 180-181, 1970.

(21) Ver: Jürgen Habermas Teoría de la acción comunicativa. Tomo II. Madrid, Taurus, p.411, 1987.

(22) Ver: Salvador Giner "La religión civil". En: Rafael Salazar Días; Salvador Giner; Fernando Velasco (eds) Formas modernas de religión. Madrid, Alianza, p. 143, 1994.

(23) Ver: Luis Fernando Dias Duarte "Três ensaios sobre pessoa e modernidade." Rio de Janeiro, Museo Nacional, nro. 41,p. 19, 1983.

(24) Ver: Josep R. Llobera El dios de la modernidad. Barcelona, Anagrama, p. 247, 1996.

(25) Ver: Louis Dumont Ensaios sobre o individualismo:. uma perspectiva antropológica sobre a ideologia moderna. Lisboa, Dom Quixote, p.21, 1992.

(26) Ver: Salvador Giner "La religión civil". En: Rafael Salazar Días; Salvador Giner; Fernando Velasco (eds) Formas modernas de religión. Madrid, Alianza, p. 144, 1994.

(27) Los antecedentes son aquí importantes: ya el artículo 18 del Decreto-Ley de Educación Común del 24 de agosto de 1877, permitía a aquellos escolares que profesaran otras religiones o bien que sus tutores o padres no desearan que recibieran formación católica a quedar excentos de la misma. Un antecedente también relevante fue el tiempo verdaderamente dedicado a la educación religiosa antes de su definitva prohibición. Refiriéndose a este álgido punto en la reforma vareliana y al citado Decreto-Ley que la hizo posible, Bralich nos dice: "Otro aspecto de los nuevos programas escolares es el referido al cuestionado tema de la enseñanza religiosa. Aquí, si bien la Ley establecía su obligatoriedad, Varela y su equipo fijaron un tiempo mínimo para la asignatura "Moral y Religión": un 4% del horario escolar, lo que equivalía a 15 minutos diarios." Ver: Jorge Bralich Una historia de la educación en Uruguay. Montevideo, Fundación de Cultura Universitaria, p.68, 1996.

(28) Pi Hugarte llama la atención acerca de las diferencias de tratamiento entre las arduas discusiones que trajo consigo la decisión de conservar en su lugar y de forma permanente la ya citada Cruz, y la tranquilidad y la ausencia de debate en la Junta Departamental de Montevideo al autorizar la construcción del monumento a Yemanjá. Ver: Renzo Pi Hugarte
"Transnacionalização da religião no cone sul: o caso do Uruguai". En: Ari Pedro Oro, Carlos Alberto Steil (Orgs.) Globalização e religião. Petrópolis, Vozes, p.204, 1997.

(29) Ver: Néstor Da Costa "A situação religiosa no Uruguai." En: Ari Pedro Oro, Carlos Alberto Steil (Orgs.) Globalização e religião. Petrópolis, Vozes, 1997.

(30) Fue fundamental en este proceso la "apertura" que me presentó Ana Luiza Carvalho da Rocha -profesora del Posgrado en Antropología Social de la UFRGS- al orientarme hacia la lectura de Ma. De Lourdes Chagas Deiró Nosella As belas mentiras. A ideología subjacente aos textos didáticos..São Pablo, Morales, 1981. Algunos textos resultaron muy importantes para el caso de Uruguay ( y la época abordada): Jorge Bralich Los textos escolares como instrumento ideológico.Montevideo, Universidad de la República, 1990. La guía de la historiadora Silvia Rodríguez Villamil fue también fundamental.Ver: Silvia Rodríguez Villamil Mujeres al fin, del siglo XIX. Montevideo, Concurso III, Academia Nacional de Letras, 1994. Se recomienda asimismo el trabajo de Norma Sandro y Ana Ma. Bello "El mito del héroe a través de la enseñanza o "El bello librito del Sr. Miranda" Ponencia presentada al II Encuentro de Arqueología, Maldonado, 1995.

* Publicado originalmente en Revista Hermes Criollo Año 2, nro 2.

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