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Amir Hamed
ISSN 1688-1672

 



MAIAKOVSKI, VLADIMIR - FUTURISMO - PALABRA - CINE - LENGUAJE -


Maiakovski: la máquina acusada de futuro y sangre (V)

Guillermo Cegna

El conflicto entre las fórmulas futuristas y la motivación comunicativa con las masas es una constante de su producción. Busca reacciones que provoquen una reflexión y que a su vez conduzcan a emprender la acción. Con palabras violentas, metáforas afiladas y crueles


Vidriera móvil / La invención de Morel o la máquina proletaria


El cine era para Maiakovski algo así como la realización de uno de sus sueños futuristas. La máquina ayudando al hombre a vencer el tiempo, permitiéndole reproducir en la blanca superficie de la pantalla la imagen de unos sucesos que habían dejado de tener una realidad concreta.
En 1913 bajo el título "El teatro, el cine y el futurismo", escribió un artículo en el que no parecía tener aún mucha confianza en la fuerza creadora del cine. Al preguntarse sobre el cine como arte independiente, escribía:

El cine y el arte son dos fenómenos de orden diferente. El arte consigue crear imágenes sublimes; el cine se limita a reproducirlas. Su función es la de un simple multiplicador. Nunca podrá llegar a ser un arte original.

Esta opinión contrasta en el marco de época con las alabanzas dedicadas al cine por Leonidas Andreiev, maestro del realismo ruso bolchevique:

Si el objeto más codiciado y sagrado del arte es fomentar las relaciones entre los hombres y sus almas solitarias, qué enorme, qué inimaginable labor social puede realizar el cine... ¿Qué son a su lado la aerostación, el telégrafo y hasta la misma prensa?... ¡Maravilloso cinema! ... Él sobrepasa todo lo conocido y logrará vencer a todas las artes.(20)

En 1923, diez años después, Maiakovski escribirá un nuevo artículo sobre el séptimo arte, en el que expone puntos de vista completamente opuestos a los que había enunciado antes:

Para ustedes, el cine es un espectáculo -escribe-; para mí es casi una concepción del universo (...) El cine es la expresión del movimiento. El cine es el innovador de la literatura. El cine es el destructor de la vieja estética. El cine es la intrepidez. El cine es deporte. El cine es el gran difusor de las ideas.(21)

El problema de Maiakovski es, básicamente, cómo narrar los hechos reales, cómo llegar a la masa obrera. De allí que sospeche de las aseveraciones entusiastas de Andreiev, sin embargo, más de una vez advertía la tensión entre el futurismo y el realismo llegando a preguntarse si no debía escribir como Gorki o el mismo Andreiev.

Maiakovski participó como actor en varios filmes relacionados con el futurismo como en Un crimen en el cabaret de los futuristas Número 13. Pero no por dinero, es la película en la que el poeta actuará en el papel protagónico. Este filme tiene un doble interés: el puramente cinematográfico y el biográfico; ya que despliega a través de su alter ego "Iván Nov" características de la vida de Maiakovski.

Maiakovski realizó el guión de Pero no por dinero teniendo en cuenta la novela de Jack London Martin Eden, cuyo protagonista, un marino que, gracias a un extraordinario esfuerzo autodidáctico, se convierte en un famoso escritor, puede verse simbólicamente como la trayectoria del poeta ruso. El argumento desarrollado en el filme resulta llamativo. Maiakovski mezcla en la película personajes reales, como Burliuk, Kamenski, y otros cubofuturistas, con los imaginarios.
(22)

Pero no por dinero (1918)


Iván Nov salva de morir ahogado al hermano de una bella joven de la que se enamora desde el primer momento. La joven, que ambiciona una vida de lujo y de placeres, no hace caso al vagabundo, en el que sólo ve un paria sin porvenir. Iván Nov comienza a frecuentar el Café de los Poetas y entabla amistad con los componentes del grupo cubofuturista. Un día recita sus versos a Burliuk, y entonces éste
(como había ocurrido en realidad con Maiakovski en 1912 en el Bulevar Srétens) alza sus brazos al cielo en un gesto teatral, y exclama: -¡Pero tú eres un poeta genial! Es el principio de la fama y del dinero para Iván Nov. La joven, al darse cuenta de su equivocación, pretende acercarse de nuevo a él, y el poeta finge seguir amándola y la cita una noche en el lujoso piso que acaba de adquirir. Iván coloca un esqueleto en la habitación, que cubre con su propio traje y su sombrero, pone junto a él un arca con el dinero que ha ganado con sus versos. Al llegar la muchacha, se dirige hacia el esqueleto, y al darse cuenta de la sangrienta burla, grita: -¡Qué burla tan estúpida! El poeta entonces juega con un pequeño revólver y su imagen se desvanece avanzando por una calle desierta.(23)

Tras la realización de Pero no por dinero, y en el período comprendido entre 1918 y 1922, Maiakovski escribió gran número de guiones e intervino como actor en otras dos películas: La señorita y el pícaro, adaptación cinematográfica de una novela de Edmundo de Amicis, y Encadenado por el cine.

La temática cinematográfica de Maiakovski es reiterativa respecto de sus obras de teatro: la parálisis de la revolución y, más específicamente, la persistente influencia del clasicismo en el arte.

Ya en su poema "Acerca de esto", se había enfrentado con el problema del aburguesamiento de los obreros, que vuelve a mencionar en otra composición posterior, "Maruxa se ha envenenado", donde nos presenta a una pareja de obreros que intentan vivir con el refinamiento de antiguos burgueses. Maruxa es capaz de cualquier cosa por conseguir un vestido a la moda europea. En cuanto a su enamorado, Vania, no está contento con su condición de obrero y pretende salir de ella por todos los medios imaginables.

Maiakovski atribuye en parte este desfase de los obreros a la influencia del cine burgués
(24), sobre todo del americano, que por aquella época se proyectaba en la mayoría de los cines de la ex Unión Soviética (URSS); por eso, en Maruxa se ha envenenado, Maiakovski ataca con igual dureza a los pequeño-burgueses que a la distribuidora estatal de películas.
En las calles,
bajo la dirección de Douglas Fairbanks,
el Sovintko
ha tendido sus hilos y nos transporta
desde nuestra difícil realidad
de hoy
hacia un mundo engañoso de evasión.

Última vidriera/ Conversación con el camarada Lenin: IL morto qui parla

"¿Qué me importa Fausto
que en cohetes feéricos
se desliza con Mefistófeles por el parquet celeste?
Sé que un clavo en mi zapato
es más espeluznante que la imaginación de Goethe
"
Maiakovski

 

El conflicto entre las fórmulas futuristas y la motivación comunicativa con las masas es una constante de su producción. Busca reacciones que provoquen una reflexión y que a su vez conduzcan a emprender la acción. Con palabras violentas, metáforas afiladas y crueles. En el prólogo de La nube en pantalones:

Vuestra mente
(...)
la excitaré
con el trapo sangrante de mi corazón,
me burlaré hasta hartarme, descarado y mordaz.

Intenta construir un lector con gente castigada, que sufría las miserias inherentes a la Rusia de los Zares, los abusos de aristocracias y burguesías como claramente ocurre en el Misterio Bufo. A la mayoría, al pueblo intenta dedicar su obra, para que lo comprenda el chofer del comisario de cultura y no necesariamente el censor Lunatcharsky.

Asimismo ridiculizó a los poetas defensores de una belleza simbolista y sonrosada:

Los Krupp y los Kruppitos
repintan a la ciudad un fruncido de cejas amenazador
mientras en la boca
se pudren cadáveres de palabras muertas,
sólo dos viven y medran:
"carbón"
y otra,
creo que "gazpacho".
Los poetas,
empapados en hipos y llantos,
huyeron de la calle alborotando las melenas:
"¿Cómo con esas dos cantar
a la mujer,
al amor,
a las florcillas cubiertas de rocío?"

El poeta que se dirige a los "estudiantes, putas, los miles de la calle", les grita que no les supliquen versos a esos poetas y construye su Yo lírico ofreciéndose al pueblo en sus versos:

Yo
me arrancaré el alma,
la aplastaré
para ensancharla
y, sangrante, os la daré por bandera.

La percepción de un mundo necesitado de cambios urgentes hace que no pueda cantar a la belleza abstracta e idealista -análogamente al juicio de Marx y Engels sobre el idealismo hegeliano- sino a una belleza de la perspectiva futura vislumbrada desde un mundo gris, que a pesar del triunfo de octubre, no lograba más que postergar los cambios -así lo veía Maiakovski- manteniéndose en un lento progreso hacia la utopía. Sus temas habituales como la mecánica, la electricidad, el dinamismo exacerbado y la violencia, muestran esa necesidad explosiva por transformar el ahora para crear el mañana hoy, desde una construcción sintáctica fluida, con frases largas como una ráfaga de metralleta futurista, acompañadas de sentencias breves y secas, como el tiro de gracia de una estrofa apuntada a la estabilidad del viejo lector. La forma del poema estaba tan presente como su contenido lo que suponía un cambio radical. Los significados no se pueden aprehender fácilmente, a veces, construye ambigüedades evidentes, o al menos, no es tan explícito. El nuevo un alejamiento de lo banal y reaccionario en la poesía se suma a la necesidad de actuar violentamente contra el estado de las cosas, sus textos intentan persuadir al lector hacia la acción a través del uso del imperativo:

Es el general Galifee
que va a aplastar a los sublevados.
Fuera, transeúntes, las manos del bolsillo,
tomad una piedra, un cuchillo, una bomba;
El que no tenga manos
venga a dar cabezazos.

Deambula en la locura de ese llamado a la insurrección, deseando llegar a una expresión máxima de movimiento, caos, aturdimiento, lucha y derrota, pero no abandono.
En 150.000.000 el pueblo ruso, encarnado en la figura de un Iván machacado, agotado, pero insolente y desafiante ante el mundo capitalista, se enfrenta al presidente de los Estados Unidos, Wilson, a la vez que se esfuerza en alcanzar una unión casi física con la industrialización incipiente, las materias primas rusas, los nuevos ferrocarriles, vehículos y carreteras. Puede considerárselo como la máxima expresión de las intenciones proletarias del cubofuturismo: revolución, progreso a través del socialismo, la interacción del ser humano y la máquina, el mundo futuro construido aquí y ahora. En lo formal responde a una construcción desesperadamente futurista. Atravesada de interjecciones, onomatopeyas, cadenas sueltas que enlazan versos de apenas dos sílabas, exclamaciones imperativas dirigidas a objetos y máquinas, una sucesión de acciones bruscas y violentas. De una gran extensión, supone un canto a la revolución frente a las dificultades surgidas por la primera guerra mundial, la guerra civil y la hambruna que las siguió.

¡Basta de dormir,
carreteras acunadas por el polvo!
!Vamo-o-o-o-s!
¡I-i-i-i-i-i-i-i-i-i!
¡Vamos a las cuencas mineras!
¡A por pan!
¡A por el negro!
Sembrado para nosotros.

La aparente contradicción entre la revolución formal y la revolución política y social, de la que tanto lo acusaron y que incluso hoy hace hablar de la ambivalencia que habría entre el burgués Maiakovski y el proletario, se deshace en los versos de este texto y en su intención, que el autor expresa en su autobiografía:

Terminé ya 150 .000 .000. Lo estoy publicando sin mi nombre: quiero que todos le agreguen cosas y lo mejoren... Me paso los días en la Agencia Rusa de Telégrafos. Nos ataca toda clase de Denikins. Escribo y dibujo sin parar. He hecho como 3.000 carteles propagandísticos para la causa y 6.000 textos breves.(20)

En los términos subrayados es clara la intención del poeta, crear un texto que no sólo fuese comprendido por un obrero sino al que también ese obrero, justamente por ello, pudiera incluso modificar.

Estos "gritos" que tanto irritaban a Trotsky y el aparato de Estado soviético son los versos que tan a duras penas podían llegar a comprender los "obreros". Se advierte, sin embargo, una poetización del lenguaje más llano y tajante, e incluso podemos hablar de lenguaje guiñolesco, representado por el teatro popular ruso en la marioneta Petrushka.

Llegaré hasta él
y le diré:
"Wilson, oye,
Woodrow,
¿quieres un balde de mi sangre?
Y tu verás..." (...)
Escucha,
Wilson,
bola de grasa!

Trotsky reaccionó ante estos versos: "El obrero, a menos el que lea el poema de Maiakovski, habrá visto la fotografía de Wilson. Y Wilson es delgado, pese a que no dudamos que absorbe una buena cantidad de proteínas y grasas"(26). La siguiente apreciación de Trotsky sobre La nube en pantalones define la opinión de la nueva élite rusa:

Esta maestría experimentada es incompatible con el diletantismo social, los gritos, la falta de respeto por sí mismo, esa fanfarronería insoportable, y ese hacerse el genio, a base de cualquiera de los trucos y pruebas de los cafés de la intelligentia.(27)

Lenin antes había dicho en una carta a Lunacharski del 6 de mayo de 1921:

¿No te da vergüenza votar por la publicación de 5.000 ejemplares de -la obra- 150 .000 .000 de Maiakovski? Es absurdo, estúpido, monstruosamente estúpido, y pretencioso por lo demás. En mi opinión sólo una de cada diez de estas piezas debe imprimirse. Y a ti, Lunacharski, se te debería azotar por futurista.(28)

En 1929, Maiakovski aún usaba el símbolo de Lenin para construir su plan poético. El poema "Conversación con Lenin" recrea una charla ficticia entre ellos frente a una "fotografía de Lenin en la blanca pared".

Camarada Lenin,
le informo
no por deber, sí por afán del alma.
Camarada Lenin,
trabajo infernal
se está realizando,
se realiza ya.
Damos la luz,
vestimos a pobres y desnudos,
crece
la extracción
de carbón y mineral.
Y a la vez,
junto a esto,
cuánta,
cuánta
hez
y cuánta necedad.
(...)
Kulaks y burócratas,
adulones,
sectarios
y borrachos
van, orgullosos,
el pecho abombado,
con estilográficas
e insignias a montones.
Nosotros,
a todos,
sin duda, los aplastaremos.

Su postura fuerte frente a los productos de la revolución "adulterada" -por Kulaks y burócratas, adulones, sectarios y borrachos- terminará encerrándolo en el callejón solitario de la decisión final de su vida. Perseguido e incomprendido, incluso por el líder a quien dedicara sus poemas, pese al acercamiento que intentó hacia las masas. Práctico y emocional pero intelectivo, no desdeñaba ningún elemento para su escritura, los materiales más heterogéneos podían fusionarse en su creación. Entonaba sus discursos político-poéticos, orales y directos, dirigidos sin intermediarios a la población; si un obrero lo entendía estaba demostrada la importancia de su creación.

La correlación coherente entre el compromiso de y con la escritura, el papel social de productor de discursos y el estilo de vida del escritor en tanto ciudadano de la cotidianeidad no hacen menguar su noción de delicado esteticismo, conformando un caso especial para el análisis de la vanguardia. La ruptura del pacto de la escritura política con su tradicional y exclusivo "contenidismo", o panfletarismo, hace del vuelco de esa relación hacia el terreno del lenguaje mismo -como creador de mundo(s) y de relaciones entre individuos y mundo(s)- una conjunción que lograrían años después los lectores de la vanguardia al generar la llamada neovanguardia.

Así estas vidrieras sobre el cubo Rubik nos hacen percibir el fantasma de un texto ancestro, que exclusivamente podrá ser corroborado al componer una nueva superficie del cubo que, si logra encastrarse correctamente, formará exhibiciones, o tal vez ventanales, y con suerte, puertas.//


Fotos

 

Notas:

(20) Hulten, Grassi, Venice y otros, Futurism and Futurisms. New York: Phaidon Press Limited, 1986. P.114 (Traducción mía)
(21) Ibíd., 116
(22) El guión de Pero no por dinero se ha perdido pero, sin embargo, puede hacerse una clara idea de su desarrollo a través del resumen que otro integrante del grupo futurista, Shklovski, integrante, a su vez, del Formalismo, ha dejado de él. No entraremos en este trabajo las relaciones del Formalismo, muy ricas, para el análisis textual de la Vanguardia.
(23) El protagonista de La nube en pantalones habla de un modo parecido a su enamorada, que lo desprecia:
"¿Acaso no te acuerdas? Tú decías: /'Jack London, dinero, / amor, / pasión'. Mientras yo quería solamente / que tú fueses mi Giocconda, / para entregarme /desinteresadamente a ti".
(24) Resulta interesante advertir que en Cuba aún hoy se sostiene la misma hipótesis sobre la difusión de determinado tipo de cine.
(25) Maiakovski, Yo: Autobiografía Moscú: 1922 S/R (el énfasis es mío)
(26) Hesse, Ob.Cit. 68
(27) Ibíd.
(28) Publicada luego en "Kommunist" Nº 18 / 1957.

Bibliografía

" Maiakovski, Vladimir La chinche y El baño, (Trad. V. Imbert), Madrid: Edaf, 1964
-------------------------- Misterio bufo, (Trad. V. Imbert), Madrid: Cuadernos para el Diálogo, 1971
--------------------------- Poemas 1913-1916, y Poemas 1917-1930, (Trad. J. Fernández Sánchez)
Madrid: Visor Libros, 1993
--------------------------- Conversaciones con el inspector de impuestos y otros poemas,
Barcelona: Ediciones 29, 1997
--------------------------- Vladimir Maiakovski o La rebelión de los objetos, (Trad. J. Hesse),
Madrid: Fundamentos, 1972
---------------------------- Poesía y revolución, (Trad. J. Fuster y M. A. Oliver), Barcelona: Península, 1971
--------------------------- Yo mismo. Cómo hacer versos, (Trad. A. García Tirado y E. Soldevilla,
Barcelona: Alberto Corazón, 1947.

" Antología poética, (Preliminar, selección y traducción Lila Guerrero), Buenos Aires: Losada, 1985
" Benjamín, Walter "El Flaneur", en Poesía y Capitalismo. Iluminaciones II. Madrid: Taurus, 1980.
" Hauser, Arnold "Bajo el signo del cine", en Historia Social de la Literatura y el Arte, Tomo II. Madrid: Debate, 1998.
" Hesse J. Vladimir Maiakovski, Madrid: Epesa, 1971
" Hulten, Grassi, Venice y otros, Futurism and Futurisms. New York: Phaidon Press Limited, 1986.
" Nakarov, A. Antología de la poesía soviética, Madrid: Júcar, 1974
" Revista "Kommunist" nº 18 / 1957.
" Shklovski, V. "El arte como artificio", en Teoría de los Formalistas Rusos. Bs.As.: Siglo XXI, 1970.
" Triolet, E. Recuerdos sobre Maiakovski, Barcelona: Kairós, 1976
" Tzara T. Siete Manifiestos Dadá, Barcelona: Tusquets, 1999 [1918].

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